Explica Gonzalo Peltzer en su blog Papers Papers que muchos gerentes de multimedios sueñan con la integración de sus redacciones. Los alienta el ahorro y ponen como excusa la sinergia, esa idea mágica de los consultores y de tantos teóricos de la industria. ¿Pero es bueno integrar las redacciones? Instalar en un mismo ambiente y bajo una misma jefatura a quienes buscan y editan contenidos para internet, los redactores y fotógrafos del diario junto con los de una emisora de radio, por ejemplo.
Creo que puede ser bueno y malo a la vez. Es bueno si lo que se hace es facilitar el trabajo y producir verdadera sinergia. Pero si la sinergia no es cooperación sino aprovechar unos los contenidos de los otros bajo un solo paraguas periodístico, estamos haciendo el trabajo al revés. Damos en el diario lo mismo que la competencia... y en el sitio de internet y en la radio y en todo lo que tengamos. Es la clonización de la información. El paroxismo de la agenda ajena. La commoditización al cubo. De nuevo la sobrecarga y el aburrimiento.
La integración puede atentar contra la agenda bajo la bandera del ahorro y la sinergia. Se puede integrar la información nacional e internacional que recibimos dos o tres medios (la agencia se encargará de cobrarnos el doble), pero no deberíamos integrar la información local, las primicias y las historias propias. Podemos compartir un enviado especial o la cobertura de una catástrofe, pero con restricciones ya que al hacerlo estamos desvirtuando el mismo concepto del corresponsal. Parece más lógico compartir los recursos no periodísticos y alentar al mismo tiempo la competencia interna entre los medios de un mismo grupo: una cosa es tener un edificio común y otra es dar la misma noticia. Los grandes medios británicos lo han sabido hacer: no hay ningún contacto entre la redacción del The Times y la de Mirror. Hasta casi se podría decir que se odian.
Leer aquí el artículo completo
No hay comentarios:
Publicar un comentario